

Porteño de nacimiento, hippie de espíritu, vanguardista de corazón, gran músico de excelencia y exportación. Tanto así que vivió muchos años en Francia y en Argentina, sin contar las cientos de giras que hicieron por Sudamérica. El legado del Gato Alquinta sigue plasmado en la memoria de muchos chilenos y personas en todo el mundo que se identifican con su música y su manera de sentir la vida.
El Gato era de esas personas que se les inflaba el pecho por sus raíces y antepasados. Alguna vez dijo
:“Yo quería tocar con la guitarra una música precolombina. Inventé nuevas escalas. Nunca hice un riff de rock, sí frases de quenas, tocaba la guitarra imaginando una tarka, en cuartas y quintas paralelas. Pensaba que cualquier chileno debe tener una memoria genética indígena, imaginar lo lindo que eran las comunidades antes de que las ensuciaran los españoles con la violencia, la ambición, el egoísmo, la propiedad privada. Taras de la sociedad europea.”Protagonista de la banda más importante de Chile por más de 40 años, Eduardo Alquinta, debiera ser reconocido
hijo ilustre en nuestra tierra, pero acá en Chile estamos acostumbrados a bajarle el perfil y desconocer a nuestros grandes ídolos, muy por el contrario como lo hacen en Argentina por ejemplo. Quizás éste sea uno de los motivos que explique porqué ellos han llegado a ser campeones del mundo y nosotros no.
Fue en 1963 cuando Gato formó junto a Mario Mutis y los Parra
“The High&Bass”. Los inicios musicales fueron más cercanos a lo tropical y no encontraban su norte como banda, estaban acostumbrados a hacer covers de otras bandas. Esto fue hasta el año 1969, cuando llegó a la banda David Fass, un gringo amante del Blues y que tocaba muy bien la armónica. Fue éste personaje quien se acercó mucho al Gato y le hizo dar cuenta que el estilo musical tropical e inocente que interpreta la banda no se condice con sus propios ideales.
Un viaje de iniciación americanista de Alquinta junto con su mujer, Verónica, hace que se revitalice espiritualmente, presentando sus ideas de rompimiento de esquemas establecidos y realización de música propia a sus compañeros de grupo. Ellos acogen la idea de manera entusiasta, y la nueva etapa del grupo (ahora llamado
Los Jaivas), aparece ilustrada en el set de CD's llamado
La Vorágine, editado en 2004.
Con el tiempo, este proceso evolucionará en una fusión inédita entre el folclore y el rock, sello y lenguaje que caracterizaría a
Los Jaivas hasta el día de hoy. Lograron identidad profundamente chilena y fueron reconocidos en Sudamérica como una tremenda banda, tanto así que los eligieron a ellos para grabar
“Alturas del Machu Pichu”, una pieza de culto que ha sido cada vez más valorada y aplaudida a través de los años en todo el mundo.
Gato se mantuvo como vocalista de la banda hasta enero de 2003, fecha de su trágica muerte en una playa cercana a Coquimbo, producto de un paro cardiorrespiratorio. En sus funerales se manifestó el gran amor del pueblo chileno por Los Jaivas, asistiendo más de medio millón de personas a despedirlo en su capilla ardiente. Todo un record en Chile.
De seguro que hoy el Gato Alquinta pertenece a una gran banda junto otros mártires del Rock y el Folclore en otra parte de este Universo. Porque es, fue y será un gran chileno, hoy es
Elegido para inaugurar el mes de Septiembre en este Blog a 5 años de su muerte.